lunes, 18 de abril de 2011

Proa a lo azul

No los conocía. Ni Cantatas de mi mochila, el último y póstumo de los suyos, ni Cok-Tail, el primer libro de Rafael García Serrano. Las Cantatas son el cuarto volumen de una tetralogía navarra en la que descuella La violencia y el orden, de Álvaro d'Ors (ayer, de camino al Iruña por Carlos III con MH y JA, conocí a una de sus hijas menores). Cok-Tail es un poemario, muy fuera de lugar ya en 1934, escrito al alimón con su amigo José María Pérez Salazar.

Los poetas se presentaban como "Caballeros de la Orden del Lebrel blanco", impulsada por el periodista Eladio Esparza, zumbón, deslenguado y autor en 1930 de una novela titulada La dama del lebrel blanco. Hay un prólogo de Fernando Romero y un epílogo del mismo Esparza. Algunas viñetas de Ángel Rodríguez Ginés. Lástima que el ejemplar que me dejan leer no tenga las cubiertas originales.

García Serrano antes de García Serrano se estrella una y otra vez contra el azul:

"Palpita la noche en azul" (Claro de luna);"Tíos vivos azules" (La verbena de la luna); "Beso la sombra / del impalpable azul" (Ensueño); "El lago temblón, azulino" (El suicidio del amor). 

García Serrano antes de García Serrano protesta contra el progreso:

"Mira cómo se escapa la tarde. / Huye de la ciudad, triste y viciosa. / -Antes, en la noche, había murciélagos; / hoy, al compás de la civilización, / salen rameras.-" (Huida).

Y quiere escribir como Machado:

"Monotonía de la disciplina escolar" (Recuerdo).

A Húder Ansa, "eterno bebedor de ilusiones" y motorista de la diputación navarra, fusilado en el 36, le dedica un poema premonitorio: "Cementerio de los vientos".

Pero el libro es una fuente de sorpresas. Cuando me repongo del poema que le dedica al rapsoda malagueño José González Marín, ardid para que incluya Cok-Tail en su repertorio ("José González Marín: / Tienes nombre de romance, / esensias de soleá / y toa el alma en el cante"), asoma el epílogo de Esparza, en el que les echa un cubo de "m. molida" a los dos autores, sin duda lo mejor de todo este galimatías:

"¿Por qué no Ajos de Corella? ¿Qué significa esa peste agria del Cok-tail en un libro de versos castellanos?

Si Esparza les perdona es porque todavía no se han decidido a pintarse los labios y las uñas.  Y se despide cortante: "creo que no es posible dar más extensa amplitud al elogio".

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